Clamor silencioso
El día de hoy, contrario a las expectativas de recuperación, he vuelto a quedar callado, para beneplácito de muchos, por causa de algún pertinaz bicho que al parecer ha resuelto hacer de mi garganta su residencia permanente. Si bien anoche tenía la voz sólo un tanto más ronca y grave - hasta sonaba como locutor de radio - , el día de hoy me encuentro prácticamente afónico.
Cambiando radicalmente de tema, se ha traído a mi atención que mucha gente no se ha dispuesto a comentar en mi blog por temor a verse asociados a tan ignominiosa y nefanda personalidad como la de un servidor. No teman. Ustedes son los únicos que lo leen.