La Muerte Viva
Nuestra muerte empieza con la vida:
cada instante de ella que vivimos
a otro nuevo damos bienvenida,
y un instante muerto despedimos.
Muerte y vida son sólo una pieza
dibujo difrontal, de nuevo y viejo.
¿Cómo es la alegría sin la tristeza?
¿O hay algún espejo sin reflejo?
Muerte es charco de vida que gotea,
Cada gota que cae es un segundo,
Un segundo de amor, pasión y entrega
de la propia vida, de lo más profundo.
Hemos ya nacido un poco muertos,
Hay quien muere cual si no viviera,
Hay quien sigue vivo aunque su cuerpo
ya no exista más en esta esfera.
Hay quien vive siempre sin saberlo,
Hay quien muere en todo sin vivirlo.
Es mejor así, vivir sufriendo,
que morir por nada, aún sin sufrirlo.
Siempre existirá el temor de muerte,
siempre, al no entender en que consiste,
siempre, al no saber que no es de suerte
que sin vida la muerte nunca existe.
Gente muerta... ¡Ja! Gente va y viene,
muere, nace, nace muere, muere y nace;
y por más que efímero sea el pase
toda esencia de vida se mantiene.
Así les pido entonces, cuando muera
no me extrañen, no me entierren, no me lloren;
que acaso yo pudiera estar afuera
cosechando la luz de nuevos soles.
Manuel Antonio Mercado Soler, siglo pasado.
cada instante de ella que vivimos
a otro nuevo damos bienvenida,
y un instante muerto despedimos.
Muerte y vida son sólo una pieza
dibujo difrontal, de nuevo y viejo.
¿Cómo es la alegría sin la tristeza?
¿O hay algún espejo sin reflejo?
Muerte es charco de vida que gotea,
Cada gota que cae es un segundo,
Un segundo de amor, pasión y entrega
de la propia vida, de lo más profundo.
Hemos ya nacido un poco muertos,
Hay quien muere cual si no viviera,
Hay quien sigue vivo aunque su cuerpo
ya no exista más en esta esfera.
Hay quien vive siempre sin saberlo,
Hay quien muere en todo sin vivirlo.
Es mejor así, vivir sufriendo,
que morir por nada, aún sin sufrirlo.
Siempre existirá el temor de muerte,
siempre, al no entender en que consiste,
siempre, al no saber que no es de suerte
que sin vida la muerte nunca existe.
Gente muerta... ¡Ja! Gente va y viene,
muere, nace, nace muere, muere y nace;
y por más que efímero sea el pase
toda esencia de vida se mantiene.
Así les pido entonces, cuando muera
no me extrañen, no me entierren, no me lloren;
que acaso yo pudiera estar afuera
cosechando la luz de nuevos soles.
Manuel Antonio Mercado Soler, siglo pasado.
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