Angeliquita
Música: "Mysterious ways" U2
Después de quien sabe cuantos años, tuve la oportunidad de reunirme con Angélica e Hilda. Al principio le reclamé a Angelliquita que salió haciendo jetas en todas las fotos. Pero me gustó esta porque es un gesto que tengo bien grabado en mi memoria y que es una parte muy importante de mi vida. Es la cara que hace Angeliquita sonriendo un segundo antes de decirme "MENSO!". Angélica es uno de los main characters de mi vida. La he conocido casi la mitad de mi vida, y aunque por X o Y razones vamos y venimos cada quien por su rumbo, es alguien que ha estado presente para sacarme del hoyo cuando más lo he necesitado. (Aunque ahora que lo pienso, antes de conocerte nunca había necesitado que me sacaran del hoyo jojita).
La reunión fue algo distinta de lo que yo había planeado en un principio (Empezando con que cara de rata tuvo a bien plantarme en Celaya). El día que nos juntamos los tres fue una mera coincidencia, porque pensábamos que Hilda no estaba en casa. Hicimos plan express y nos aventamos gira turística por el estado de Guanajuato, porque primero fuimos Angélica y yo a una comida familiar en Irapuato, y ya de ahí nos lanzamos a Celaya.
Me di cuenta de cuanto tiempo he estado lejos. Tanto que podría decir que hace 7 años ni siquiera hubiera imaginado las cosas de las que hablamos. De hecho, para ser sinceros, ese día dormí algo intranquilo, pensando en demasiadas cosas (¡Algunas de las que no me hubiera querido ni enterar, par de zonzas!). Pero días después, después de sopesar todas las cosas que platicamos, debo de admitir que me ayudó mucho hablar con ellas, si bien no del modo en el que yo hubiera esperado.
El punto es que me hicieron ver que a pesar de las situaciones discutidas no hay tal cosa como la elección equivocada. Y en estos momentos de incertidumbre, es algo que me hace muy bien saber. Ya me puedo ir un poco más tranquilo a donde sea que haya chamba, y hasta siento que me puedo poner un poco mis moños para elegir trabajo. Además de que en cierto modo gracias a ellas, estoy considerando opciones que no tenía siquiera contempladas. Así que aunque mi "retiro espiritual" fue más corto de lo que había planeado, cumplió las expectativas que tenía. Tengo las cosas mucho más claras, y estoy viendo cosas que había dejado de ver por mucho tiempo. Gracias a todos mis amigos que están ahí para mi siempre que los necesito, aunque a veces yo no me de cuenta o estemos infinitamente lejos. Los quiero mucho.
La reunión fue algo distinta de lo que yo había planeado en un principio (Empezando con que cara de rata tuvo a bien plantarme en Celaya). El día que nos juntamos los tres fue una mera coincidencia, porque pensábamos que Hilda no estaba en casa. Hicimos plan express y nos aventamos gira turística por el estado de Guanajuato, porque primero fuimos Angélica y yo a una comida familiar en Irapuato, y ya de ahí nos lanzamos a Celaya.
Me di cuenta de cuanto tiempo he estado lejos. Tanto que podría decir que hace 7 años ni siquiera hubiera imaginado las cosas de las que hablamos. De hecho, para ser sinceros, ese día dormí algo intranquilo, pensando en demasiadas cosas (¡Algunas de las que no me hubiera querido ni enterar, par de zonzas!). Pero días después, después de sopesar todas las cosas que platicamos, debo de admitir que me ayudó mucho hablar con ellas, si bien no del modo en el que yo hubiera esperado.
El punto es que me hicieron ver que a pesar de las situaciones discutidas no hay tal cosa como la elección equivocada. Y en estos momentos de incertidumbre, es algo que me hace muy bien saber. Ya me puedo ir un poco más tranquilo a donde sea que haya chamba, y hasta siento que me puedo poner un poco mis moños para elegir trabajo. Además de que en cierto modo gracias a ellas, estoy considerando opciones que no tenía siquiera contempladas. Así que aunque mi "retiro espiritual" fue más corto de lo que había planeado, cumplió las expectativas que tenía. Tengo las cosas mucho más claras, y estoy viendo cosas que había dejado de ver por mucho tiempo. Gracias a todos mis amigos que están ahí para mi siempre que los necesito, aunque a veces yo no me de cuenta o estemos infinitamente lejos. Los quiero mucho.