Necessary sadness
Hay días que quisiera no ser yo, o al menos olvidarme de ser yo. No por alguna razón en especial, sólo que hay días que me serían mucho más fáciles si no fuera como soy. Últimamente estoy triste, triste de una tristeza necesaria, que tal vez no sufriría si yo no fuera yo.
Pero yo soy yo y no puedo cambiarlo, y aunque puedo cambiarme, me doy cuenta de que esta vez no debo y no quiero. Por eso es que mi tristeza es necesaria, porque para dejarla tendría que cambiarme por alguien con quien yo no sería feliz (y tengo que pasar todo el día conmigo, así que eso no es muy conveniente). Mi tristeza viene porque no cambié porque no quiero, cuando mi entorno sí cambió aunque no quisiera. Mi tristeza viene porque ya no quiero rescatar lo rescatable, porque siento que no vale la pena el sacrificio que tendría que hacer.
Es la primera vez en mi vida que tomo una decisión de este calibre, y me duele un titipuchal. Normalmente es la vida quien se ha encargado de "arreglar" (how do I say "settle"?) estas cosas por mi, pero esta vez me vi forzado a decidir yo. Pero ni modo, aunque me duela prefiero ser fiel a mi mismo, ser orgullosamente fiel a mis principios y a mis convicciones, que cambiar sumisamente para acomodarme a las circunstancias actuales.
(Aunque me lleve pifas y llore tres años).
Pero yo soy yo y no puedo cambiarlo, y aunque puedo cambiarme, me doy cuenta de que esta vez no debo y no quiero. Por eso es que mi tristeza es necesaria, porque para dejarla tendría que cambiarme por alguien con quien yo no sería feliz (y tengo que pasar todo el día conmigo, así que eso no es muy conveniente). Mi tristeza viene porque no cambié porque no quiero, cuando mi entorno sí cambió aunque no quisiera. Mi tristeza viene porque ya no quiero rescatar lo rescatable, porque siento que no vale la pena el sacrificio que tendría que hacer.
Es la primera vez en mi vida que tomo una decisión de este calibre, y me duele un titipuchal. Normalmente es la vida quien se ha encargado de "arreglar" (how do I say "settle"?) estas cosas por mi, pero esta vez me vi forzado a decidir yo. Pero ni modo, aunque me duela prefiero ser fiel a mi mismo, ser orgullosamente fiel a mis principios y a mis convicciones, que cambiar sumisamente para acomodarme a las circunstancias actuales.
(Aunque me lleve pifas y llore tres años).