La circunstancia sin pompa
Música: "My hero" Foo fighters
Mientras termino de escribir la segunda parte del post anterior, les comento algo que traigo atorado desde hace algún tiempo, y de lo cual trato en uno de mis proyectos incompletos titulado "Esencia y circunstancia", que ya compartiré cuando lo complete.
"Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo"
José Ortega y Gasset, "Meditaciones sobre el Quijote".
La frase originalmente va orientada al entendimiento perspectivista de la realidad. Ahi luego nos explicas eso Anita, tú que ahora andas de filosofa. (Y pongo filosofa, sin acento, no por error sino porque suena más chistoso). No tengo intención alguna de abundar sobre la circunstancia desde la perspectiva de Ortega y Gasset en este momento.
Más bien voy a hablar de la circunstancia para ser congruente con mi visión kármica de la vida (por cierto, ya va en proceso el artículo sobre la congruencia Sr. España Jr. II, aunque planeo dejarlo para cerrar el ciclo ético).
Muchas veces solemos culpar a las circunstancias de las cosas que nos pasan. Cuántas veces no decimos "Llegué tarde porque había mucho tráfico", "Me fue mal en el examen porque andaba dopado", "Engordé porque no tengo tiempo de hacer ejercicio", "Me quedé calvo por el stress", "No consigo trabajo porque tengo sepetecientos años y no tengo experiencia en mi área", "Choqué porque el otro imbécil se me cerró", "Pinche camellón iba bien rápido y no la vi" y así sucesivamente.
A excepción de la del veloz camellón (saludos a mis hermanos), rara vez cuestionamos la verdad de estas afirmaciones. Después de todo, suenan razonables. Sin embargo, invoco a un poder mayor para probar mi punto:
"Espada del Augurio: ¡Quiero ver más allá de lo evidente!"
Recomiendo ampliamente recitar este verso con regularidad, aunque la gente se te quede mirando como a un loco. Y es que no se puede ser sabio sin buscar la causa de la causa que es causa de lo causado (saludos Robert). Si nos ponemos a pensar:
- La mayoría de las veces que llegamos tarde porque había mucho tráfico, nos topamos con mucho tráfico porque se nos hizo tarde.
- Si andabas dopado (me refiero a traer antigripales encima, no a sus vicios :P) es porque no cuidaste tu salud, y porque te tomaste un antihistamínico de primera generación por codo.
- Si engordaste porque no tienes tiempo de hacer ejercicio, es porque no te haces el tiempo para hacer ejercicio. La salud debe ser siempre una prioridad.
- Si te quedaste calvo por el stress, es porque genéticamente estabas predispuesto y porque no sabes manejar tu stress.
- Si tienes sepetecientos años y no tienes experiencia en tu área, es por las decisiones que tomaste antes. Punto.
- Si chocaste porque el imbécil se te cerró, es porque no ibas preparado para que el imbécil se te cerrara. Citando al Dr. Erardo, "hay que trabajar a prueba de pazguatos, porque los hay con iniciativa". Nunca se debe descartar la estupidez ajena, mucho menos al manejar.
- Si el camellón se movía muy rápido es porque... bueno... you get my point,
"A toda acción corresponde una reacción, de la misma intensidad y sentido contrario".
Así que, como reza la frase de Ortega y Gasset, hay que poner atención en cuidar la circunstancia de uno. Para ello no se necesita proyección astral ni nada tan radical. Basta tratar de ver más allá de las narices de uno de vez en cuando, para darnos cuenta del estado actual de las cosas y personas que nos rodean. Si vemos que el entorno se deteriora, debemos actuar para remediarlo, ya que nos afectará directamente. Aplíquese esto administrativamente, ambientalmente, románticamente, moralmente, etc.
En resumen, no se puede estar bien si no se encuentra uno en equilibrio con su entorno, y viceversa, y es responsabilidad de uno el cuidar dicho equilibrio.