Pulgas

Este muchacho tuvo a bien adoptarme. Llegó y se instaló en el porche de la casa, y no conforme con eso, empezó a ladrar demandando que me levantara y que le diera agua y comida. Fui y me asomé al refri, y me di cuenta de que no había nada que ofrecerle, por lo que agarré y lo cargué hasta la tienda para comprarle un paquete de salchichas.

Me quedé un rato con él en el porche, esperando a ver si venía alguien a buscarlo, porque es perro de casa (trae un collarcito, pero no dice nombre ni nada). Como no llegó nadie y yo tenía entrevista a las 10, me quedé con el pendiente de que se fuera a salir a la calle y lo convirtieran en calabaza antes de las doce de la noche (vivo en una calle muy transitada). Entonces lo metí al patio, le puse un bote con agua y me fui a mi entrevista.

De regreso de la entrevista (un psicométrico, ya sabrán cómo me fue...), pasé a comprarle un paquete de croquetas para cachorro, y llegando a la casa me llevo la sorpresa de que ya había descagalado (and i'm talking FUBAR here) el bote en el que le dejé el agua. Tomé otro bote algo más desechable y le puse más agua. Pobre animal, andaba muerto de sed. Pero supongo que como es joven no sabe lo pinche que se pone el clima aquí, y en la fresca mañana le pareció sabio hacer mierda el cacharro del agua.

Su juguete favorito hasta el momento es una taparrosca que se cayó de la mesa y a la cual persigue con saña cada vez que se la aviento.

Así que aquí estamos, él y yo solitos en este infernal clima, mientras sus dueños pasan a reclamarlo. Ya me encariñé con él, lo ando extrañando desde ahorita. Mientras tanto, y por si no vienen a reclamarlo, voy a ver dónde vacunan por aquí cerca.