Nombres
Cast: "Tu nombre al viento", Israfel (Johan Sebastian Bach, Preludio de la suite BWV 997, interpretada por Horacio Franco y Víctor Flores).
El día de hoy, discurramos un poco sobre asuntos antroponímicos y semióticos. Un tema por demás fascinante, si se le concede la suficiente atención.
El otro día hablaba Azzelium en su blog sobre la confidencialidad, y sobre cómo en el medio electrónico se acostumbra el uso de un alter ego en lugar del nombre propio. Como podrán darse cuenta, a pesar de que tengo mi alter ego, Israfel, nunca oculto mi verdadera identidad. Digo, hasta la fecha no sé de ningún supervillano que amenace con destruir todo lo que me es valioso si me rehuso a dejar de luchar por el bien o algo por el estilo...
La importancia del nombre de una persona se debe a su significado. Ahora bien, no es lo mismo el orígen del nombre que su significado. El origen de mi nombre, por ejemplo, sería:
Manuel: De origen hebreo, "Dios está con nosotros." (and he is not without a sense of irony, it seems)
Antonio: De origen griego, "Que se destaca entre todos" (errr... yeah)
Mercado: De origen vasco, de merkado "Lugar de tilos" (WTF?)
Soler: De origen catalán, del latín solarium, de solum, "Suelo". (WTF2?)
Pero el significado de mi nombre es el concepto de mi persona. Mi nombre es el conjunto de palabras utilizadas para identificarme. La relación entre el nombre y el individuo (u objeto) nombrado, es una relación símbolo - referente. El símbolo depende del referente, pero el referente es independiente del símbolo, como ilustra don Memo Chéspiro:
La palabra "flor" no significaría nada si no existieran las flores, sin embargo, las flores seguirían siendo flores aunque se les llamara con otro nombre.
A pesar de que el referente es independiente del símbolo, no hay que saltar a la conclusión errónea de que el símbolo carece entonces de importancia. Como bien refiere Walt Whitman (para quien decía que no hay buenos autores gringos):
Es por todo lo anterior que los nombres son como palabras mágicas, palabras poderosas entre las palabras. Un tema interesante abordado elocuentemente en la película Sen to Chihiro Kamikakushi, de Ghibli Animation Studio, título traducido al español como El viaje de Chihiro (¿Así o más ambiguo? ). A lo largo de esta película se muestra cómo la bruja Yubaba obtiene poder sobre Chihiro y Haku al apoderarse de los nombres de ambos. Breve préntesis: Sen to Chihiro Kamekakushi, además de ser artísticamente soberbia, es una película con un tremendo contenido ético, filosófico y mitológico, MUY recomendable para verla y estudiarla; no porque la película sea animada quiere decir que tenga que ser un cuento simplón para niños. Tomen por ejemplo Waking Life, y A scanner darkly, o la serie Serial Experiments Lain. Fin del paréntesis.
Yo considero muy importante la responsabilidad de dar a conocer nuestro nombre (otra cosa que me gusta de los japoneses, siempre se presentan apropiadamente antes de romperse el hocico), el anonimato sólo lo consiento en casos que realmente lo justifiquen (God, part-time superheroes, the guy who invented spam), y nada me gusta más que llamar a la gente por su nombre (a menos que se me ocurra un apodo que les siente mejor )
El día de hoy, discurramos un poco sobre asuntos antroponímicos y semióticos. Un tema por demás fascinante, si se le concede la suficiente atención.
El otro día hablaba Azzelium en su blog sobre la confidencialidad, y sobre cómo en el medio electrónico se acostumbra el uso de un alter ego en lugar del nombre propio. Como podrán darse cuenta, a pesar de que tengo mi alter ego, Israfel, nunca oculto mi verdadera identidad. Digo, hasta la fecha no sé de ningún supervillano que amenace con destruir todo lo que me es valioso si me rehuso a dejar de luchar por el bien o algo por el estilo...
La importancia del nombre de una persona se debe a su significado. Ahora bien, no es lo mismo el orígen del nombre que su significado. El origen de mi nombre, por ejemplo, sería:
Manuel: De origen hebreo, "Dios está con nosotros." (and he is not without a sense of irony, it seems)
Antonio: De origen griego, "Que se destaca entre todos" (errr... yeah)
Mercado: De origen vasco, de merkado "Lugar de tilos" (WTF?)
Soler: De origen catalán, del latín solarium, de solum, "Suelo". (WTF2?)
Pero el significado de mi nombre es el concepto de mi persona. Mi nombre es el conjunto de palabras utilizadas para identificarme. La relación entre el nombre y el individuo (u objeto) nombrado, es una relación símbolo - referente. El símbolo depende del referente, pero el referente es independiente del símbolo, como ilustra don Memo Chéspiro:
'Tis but thy name that is my enemy;
Thou art thyself, though not a Montague.
What's Montague? it is nor hand, nor foot,
Nor arm, nor face, nor any other part
Belonging to a man. O, be some other name!
What's in a name? that which we call a rose
By any other name would smell as sweet;
William Shakespeare, "Romeo & Juliet"
La palabra "flor" no significaría nada si no existieran las flores, sin embargo, las flores seguirían siendo flores aunque se les llamara con otro nombre.
A pesar de que el referente es independiente del símbolo, no hay que saltar a la conclusión errónea de que el símbolo carece entonces de importancia. Como bien refiere Walt Whitman (para quien decía que no hay buenos autores gringos):
Now I see what there is in a name, a word, liquid, sane, unruly, musical, self-sufficient;
Walt Whitman, "Mannahatta"
El nombre por sí solo no significa nada, pero asociado a un referente adquiere una tremenda relevancia. Whitman nos muestra la importancia y efecto de nombrar apropiadamente. Porque también, uno podrá ser el non plus ultra de la humanidad, pero si te llamas Caraeculo estás jodido de cualquier manera. Y no porque tu nombre sea Caraeculo, igual podrías llamarte papa, zapato, logaritmo, o epístola; el problema sería que tu nombre no sólo hace referencia a tu persona, y al significar más de una cosa pierde su función de identificador único.Es por todo lo anterior que los nombres son como palabras mágicas, palabras poderosas entre las palabras. Un tema interesante abordado elocuentemente en la película Sen to Chihiro Kamikakushi, de Ghibli Animation Studio, título traducido al español como El viaje de Chihiro (¿Así o más ambiguo? ). A lo largo de esta película se muestra cómo la bruja Yubaba obtiene poder sobre Chihiro y Haku al apoderarse de los nombres de ambos. Breve préntesis: Sen to Chihiro Kamekakushi, además de ser artísticamente soberbia, es una película con un tremendo contenido ético, filosófico y mitológico, MUY recomendable para verla y estudiarla; no porque la película sea animada quiere decir que tenga que ser un cuento simplón para niños. Tomen por ejemplo Waking Life, y A scanner darkly, o la serie Serial Experiments Lain. Fin del paréntesis.
Yo considero muy importante la responsabilidad de dar a conocer nuestro nombre (otra cosa que me gusta de los japoneses, siempre se presentan apropiadamente antes de romperse el hocico), el anonimato sólo lo consiento en casos que realmente lo justifiquen (God, part-time superheroes, the guy who invented spam), y nada me gusta más que llamar a la gente por su nombre (a menos que se me ocurra un apodo que les siente mejor )